Ofrendar

💛 Ofrendar: Un acto de amor que trae bendición

Ofrendar no es solo una tradición dentro de la vida cristiana, sino una expresión de fe, gratitud y amor. Muchas veces se piensa que al dar se pierde, pero la Biblia nos enseña que cuando ofrendamos, en realidad estamos sembrando bendiciones que darán fruto en su tiempo.

¿Por qué es importante ofrendar?

En un mundo donde lo material suele ocupar un lugar central, la ofrenda nos recuerda que todo lo que tenemos proviene de Dios. Dar una parte de nuestros recursos no solo honra al Señor, sino que también libera nuestro corazón del apego y nos entrena en generosidad.

La Biblia nos anima a dar con libertad y alegría:

“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”

— 2 Corintios 9:7

Cuando damos con gozo, nos alineamos con el corazón generoso de Dios. Él no quiere que demos por obligación, sino porque reconocemos su fidelidad y deseamos participar en su obra.

Los beneficios de ofrendar

Ofrendar no solo bendice a otros, sino que también activa principios espirituales de provisión. Dios promete cuidar de quienes confían en Él, y una forma de demostrar esa confianza es a través de nuestras finanzas.

“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.”

— Proverbios 3:9-10

Al dar lo mejor de lo que tenemos, Dios responde con provisión. No se trata de una fórmula mágica, sino de una relación basada en fe y obediencia.

Probar a Dios: una invitación directa

Hay un pasaje en la Biblia donde Dios nos invita a probarlo. Esto es algo poco común, ya que normalmente no se nos manda poner a prueba al Señor. Pero en el tema de las ofrendas y los diezmos, ¡Dios lo permite!

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”

— Malaquías 3:10

Esta promesa sigue vigente: cuando damos con fe, Dios se encarga de abrir las puertas que necesitamos, muchas veces de formas inesperadas.

Ofrendar transforma corazones

Más allá de lo material, la ofrenda transforma nuestra actitud. Nos hace más agradecidos, más conscientes de las necesidades de otros y más conectados con la misión de Dios. Es una manera tangible de decir: “Señor, confío en Ti más que en mis propios recursos”.

En resumen:

  • Ofrendar es un acto de fe y obediencia.
  • Dios ama al dador alegre.
  • Las ofrendas bendicen tanto al que da como al que recibe.
  • Cuando damos, Dios promete abrir los cielos a nuestro favor.

Ofrendar no se trata solo de dar dinero. Se trata de participar en lo que Dios está haciendo en el mundo. Así que la próxima vez que tengas la oportunidad de ofrendar, hazlo con alegría, con libertad y con fe. Porque cuando sembramos con amor, cosechamos con bendición.

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